Desde niña me ha gustado el mar. Su grandeza, su paz, su bravura, su sonido. Puede ser rudo y calmado. Puedo ver su inicio, pero jamás su fin. Frente al mar me siento pequeña pero a la vez puedo reconocer la grandeza del Dios que lo hizo. Caigo en cuenta: Dios lo hizo para mí. […]