Cuando tenía unos 12 años mi papá llevó a la casa un rompecabezas ¨en serio¨ de esos que tienen muchísimas piezas. Yo estaba acostumbrada a adivinar el rompecabezas con una mirada, pero este era un reto diferente. Aún encontrando las cuatro esquinas principales, todo lo demás era un caos. Fuimos desertando con mis hermanos, parecía una tarea imposible. Pero mi papá nos animaba diciendo: ¨vean la foto completa¨
Piensa en la vida de José, ser vendido como esclavo no habrá sido una pieza fácil, ser acusado como un pervertido por la esposa de su jefe, o estar en la cárcel. Nada de eso pintaba para ¨una buena foto¨ pero llegó el día, y no me refiero al día que fue gobernador, llego el día donde su sueño se cumplió y sus hermanos se postraron delante de él. La Biblia dice que cuando sus hermanos lo reconocieron, tuvieron miedo, pero él les dijo: ¨Fue Dios quien me envío a este lugar y no ustedes¨. Cada vez que leo esa historia no puedo dejar de impresionarme de la habilidad de José para entender que cada día vivido – aunque no fuera bueno para él – tenía un propósito en Dios.
La Biblia dice en Jeremías 29:11 ¨Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.¨
Muchas veces nos abruma no conocer ¨la foto completa¨. Logramos ver algunas piezas, vivimos días buenos y días malos. Hay momentos que sentimos que tenemos la mejor pieza y hay momentos que todo lo que vemos es un gran caos. Como el rompecabezas, creo que al final todo es tema de PERSPECTIVA. Nuestro alcance es limitado, no sabemos qué ocurrirá mañana, no sabemos cómo lo vivido ayer tendrá sentido. ¿Sabes qué es lo bueno? Dios sí sabe. ¡Dios ve la foto completa!
Vive cada día pensando: ¡Esto no es todo! Dios hará que todo tenga significado. En El, todo trasciende.
Por: Madis Sánchez