¿Alguna vez te has preguntado cuáles son los elementos que necesitamos para llevar una vida cristiana llena de fe?
Para lograr una vida plena en fe y dirigida por el Espíritu Santo, algo fundamental es adorar a nuestro Señor Jesús. Existen muchas opiniones acerca de cómo se debe adorar, si es con música, si es con danza; son innumerables y muchas veces conflictivas. Lo que es seguro es que son muchos los planes, métodos y estilos de alabanza que varían en función de cultura y límites geográficos. El Señor se deleita en la diversidad de la adoración sincera cuando se expresa a través de Su Espíritu y en verdad[1]. La adoración debería ser un estilo de vida con muchas formas de expresión.
La contundencia en las opiniones de que solo hay una forma de adorar a Dios ha confundido y fragmentado a la misma iglesia, al cuerpo de Cristo. Hay quienes afirman que un cierto estilo es la única manera correcta de adorar al Señor, pero creo que esa es una visión limitada de ver Sus riquezas inagotables. La música es una de los primeros pensamientos que se nos viene al mencionar la palabra “adoración” pero lo cierto es que la palabra nos dice que podemos adorar a Dios con un banquete [2], con cantos alegres[3], con nuestros sacrificios y ofrendas[4], incluso podemos alabarlo con nuestro testimonio como lo hizo el hombre cojo que fue sanado[5]. Podemos hacer de todo, pero la acción de alabanza debe ser en espíritu (de nuestra ciencia racional) y en verdad (acorde a los demás aspectos de nuestra vida)[6]
Dios no necesita que seamos grandes cantantes o músicos para adorarlo. Nuestra adoración puede ser llena de demostraciones radicales de alabanza, en otros tiempos puede ser tranquila y personal, y ninguna de ellas es mejor que la otra. Necesitamos estar en una relación personal con nuestro Dios, y vivir con la verdad de Su grandeza reflejada en todo lo que seamos y en todo lo que hagamos.
[1] Juan 4:23-24 [2] Salmos 22:29 [3] Salmos 100:2 [4] Isaías 19:21 [5] Hechos 3:8-9 [6] Juan 4:24
Por: Fabio Ávila