Hace una semana leí la noticia de un joven de 26 años que paró en el hospital por tener adicción a Netflix. Este hombre se quedo sin trabajo y pasó 6 meses mirando Netflix hasta diez horas al día. Tal era su adicción a la plataforma que llegó a la clínica del Servicio para el Uso Sano de la Tecnología (SHUT), donde se tratan todo tipo de adicciones a la tecnología, el joven presentaba serios trastornos sobre la noción de la realidad.
Al inicio me pareció absurdo que existiera este tipo de adicción y sobre todo que lograra que una persona perdiera de vista la realidad y se sumergiera en un mundo de realidad virtual. Es decir, ¿Quién quiere perderse los impresionantes atardeceres de noviembre y diciembre o los abrazos de la familia?
Tengo demasiado que perder si no disfruto mi realidad, es decir, no puedo abrazar la foto de perfil de Instagram de mi pareja o disfrutar la sonrisa de mamá contándome sus nuevas aventuras en la cocina. En esa falsa realidad, no podría degustar un rico platillo o cargar a mi nuevo sobrino o soplar las velas del pastel de cumpleaños.
Las redes sociales están llenas de challenge, supongo que es la tendencia. Cuando inicio este año me di cuenta que con la actualización de software de mi smartphone al finalizar la semana automáticamente recibo un aviso de la cantidad de horas que paso en el celular durante esos 7 días, adjunto me dice cuanto tiempo ha aumentado mi consumo. ¡Fantástico! El problema fue cuando me di cuenta que mi consumo aumenta semana tras semana y no es precisamente por algo importante.
Así que pensé, existen demasiados “Challenge” sin ningún sentido y todos nos involucramos en ellos, pero necesitamos un reto que realmente desafíe nuestro consumo de internet y dominio propio. #MyLifeMyReality considero que los pacientes de la clínica del Servicio para el Uso Sano de la Tecnología no están solos y tu tampoco. Hay una realidad y personas en ella que nos necesitan ¿Se unen?
By Lili Chávez