Tener sabiduría es una bendición para nuestra vida. Todos los días en las noticias escuchamos la importancia de hacer ejercicios y que debemos caminar por lo menos media hora, y si a eso le sumamos una alimentación balanceada, tendremos una vida completamente saludable.
Lo mismo sucede con nuestra vida espiritual. Debemos ejercitarla mediante la oración, los momentos de intimidad con Dios y al congregarnos. Asimismo, la lectura constante de la Biblia, que nos da la seguridad de lo que Dios espera de nosotros y cómo debemos actuar ante diferentes situaciones que tengamos que vivir. Y para llegar a esto que llamamos «Gym espiritual», nos hace falta disciplina. Esto es lo que sucede cuando decidimos ir al gimnasio o comenzar una nueva dieta. Todo comienzo no es fácil precisamente, pero sí necesario.
Cuando empecé a leer la Biblia por mi cuenta, les confieso que muchas veces no entendía o no lograba interpretarla. Sin embargo, alguien me sugirió que leyera Proverbios, pues hay treinta y un capítulos, que son los días que por lo general trae un mes del año, y fue de mucha ayuda para mí. De igual manera orar y asistir a una iglesia te ayudarán a mantenerte conectado con Dios todo el tiempo y, créeme, tu vida será espiritualmente saludable.
¡Disciplina y constancia! Que estas dos palabras sean tu motivación cada día. ¡En sus marcas.. listos.. fuera!